Saturday, February 17, 2007

Un niño y un pozo


Un niño pide ayuda
desde el fondo de un pozo.
En el desierto
el eco no existe.
En la lucha por beber y sobrevivir,
el niño ha caído.
Se ha roto una rodilla
-el corazón… deshecho desde antes-.

Pequeños amigos
bailan alrededor de una fogata.
¿Nadie imagina que un niño
rodeado de preguntas molestas
ha caído a un pozo?

Las aguas frías de la noche
no ayudan al temor
de un niño en el fondo de un pozo.
Podría recordar, en estas largas horas de espera
episodios fugaces de risas,
rutinas de una familia feliz
y los gusanos que colecciona en un frasco.

Con sus manos, ha sentido las piedras,
los muros humedos y resbaladizos.
El aroma de humedad y encierro,
le han recordado su escuela.

Es un pozo profundo,
donde la oscuridad es todo.
Hace algunos días
piedrecitas caían
para calcular qué tan hondo era este mundo.

Llora ríos este pequeño.
Desembocan sus lágrimas
en este rincón inaudito.
Un niño no tiene que caer a un pozo.
Los niños no deben llorar en un pozo.
Los niños deben ser rescatados de un pozo.

Respira hondo y duerme entre el frío inmenso.
Nace otro día entre las dunas.
El niño es encontrado muerto,
por un hombre que sólo fue por un poco de agua.

Saturday, November 25, 2006

Ulterior Infortunio

Ser chocado desde lo invisible,
es como morir cantando hacia el cielo.
Hay alguien detrás de los espacios,
alguien que corea con susurros
la canción de cuando
tú...
y yo...
nos moríamos por dentro.


¿Encontré acaso lo que buscaba?
en un cubo de agua sucia,
un par de manos cloradas,
una armonía de cuerdas y tus dedos,
resbalando sobre el barro.
En tierras donde nunca llueve


Permíteme sacarte
ese pedazo de acelga de los dientes.
Alguien podría pensar
que nos vemos muy ridículos
siendo tan sinceros.
Como para dejar todo atrás
alcanzando el sueño de otros
con las manos sangrando


Heme aquí, sentado
mientras duermes en el sillón,
pareciese que fue ayer
cuando dijiste que no,
cuando por fin tapaste
los agujeros de tu alma.
Y ahora..
Ahora eres una coraza,
una circusntancia lejana.


Eres mi eterno dolor,
Mi ulterior Infortunio.


Consciente de las fallas
de este ser humano hecho a medias,
me permito ratificar tu decepción,
pero atrás, muy lejos,
una niña llora.
El corazón palpita angustias,
no quiere que el fugitivo
vuelva a ser hermitaño.


Manos que tiemblan y expresan adiós,
con o sin pañuelos
blancos, grices o exraños.
La gente se reune.
Cuerpo sin vida de una vieja dama,
que muere con una carta en el pecho.
Hay una voluntad que es más fuerte
que la dicha de volver hacia tus ojos.


Y entonces, recuerdan testigos,
que alguna vez durmieron
sobre los campos,
en un día de claridad inédita.
Recorro con un pétalo
tu piel.
Ríes... besas.
Mides en recuerdo lo perdido,
miles de motivos valen más
que aquello que descanza adentro.


Todo cobra sentido
unos cuantos metros antes de la meta.
caen conejos del cielo.
Alicia danza con un paraguas.
Melancolía come hombres,
sin derecho a réplica.
Compite contra deseos inalcanzables,
construye puentes entre tus labios
y mi fotografía


Todo acaba contigo.
Todo sigue conmigo.


Eres mi eterno dolor,
Mi ulterior infortunio.

Wednesday, November 01, 2006

Afuera... tan lejos

Fuera de la caja,
bajo mi cama,
enterrada con algunos restos
de mascotas fallecidas.

Afuera muy lejos,
nadando hacia el infinito,
contando rocas y estrellas.
Todo afuera es signo
de una respuesta.

Afuera... y tan lejos.

Para el camino,
una sonrisa basta.
Hay tantos árboles sembrados
con la mano misteriosa del tiempo.
Una manada de ángeles cubriendo el piso.
Una estrecha línea que separa
esta tierra de angustia
y esa cuna de silencios.

Hay huellas de alguien que extraña,
señales de un desayuno solitario,
pequeños rayos de luz
golpean los maderos envejecidos.
Parece que este hermitaño
se enamora
-esta vez sin argumentos-

Afuera y tan lejos.

¿Será que hay vida allá afuera?
¿Será que han trazado una ruta
con un paquete de tizas?
¿Será que han delimitado las áreas
de exploración, de explotación...
de expiración?
Hacia adelante con las manos sangrando
y en un segundo,
detenerse,
saber que nos estamos muriendo,
que nos sobrevive la selección natural.

¿Y quién habrá sacrificado a este pueblo,
para el bienestar del mundo?
Con el dedo y las llagas abiertas
y una benda en los ojos
me han llevado a la fábrica...
la fábrica más desoladora de todas.
Respiro muerte,
es el background del desierto
ahorcando a las víctimas.

Afuera y tan lejos.

Despertar.
Sentir que hay aves
que no esperan mas que volar
y recorrer oceanos.
Que hay vidas tan simples.
Que hay cosas tan bellas.
Que las muchedumbres enloquecen,
que el territorio es guerra.

Hay un escrito en claves,
indicando el secreto lugar,
donde las marchas son alegorías
y estas manos construyen la gloria.
Pensar que todo descanza
en las baldosas de los pisos fríos.
Pensar que hay otros luchando
por oir un ave en la mañana.

Afuera... tan lejos.

Porque nosotros, los de siempre,
condenados a sembrar en lo infértil,
habituados al silencio,
inútiles de magia y estilo,
sentados frente al apocalípsis
reímos y usamos gafas
oscuras y gruesas.

¿Tan temprano hemos perdido?
¿Así de simple hemos acabado?
Heme aquí, refugiado,
tendido en una cama de pasto,
sonriéndole a la vida lejos...
más allá de la frontera,
más allá de la cordillera.

Afuera... tan lejos.

Asi que despacio,
todos con velas y a lo lejos,
se urde con secreta prolijidad
la manera más sencilla
de sembrar esperanza en el llano.
Aquí y ahora... cortando las cuerdas
viviendote cerca.
Aquí y ahora.

Aquí y ahora...

Afuera... tan lejos.

Tuesday, September 19, 2006

Pienso


Pienso.
Me entrometo en la vida
de quienes desconozco.
Un pie y el otro
en la escalera de mis sueños.
Pienso.

Allá hay un animal
sin correa en el desierto.
Pienso.
Vuelvo al principio,
una cadena me sostiene del talón.
Torcido entre los brazos
invisibles.
No sostienen a este cuerpo.

Pienso.

Conviene que no sepan.
Conviene que lo irreal
me llene el correo de esperanza.
Pienso.
Contemplo un cielo despejado.
Plutón es sólo una estrella.
Tus brazos se perdieron tan lejos.

Allá en lo alto.

Pienso.

Y corrían las bestias
mutilando besos fríos.
Oigo gritos en la casa del lado,
porque a alguien no le agrada el viento,
ha botado en la tierra la túnica.
Pienso.
Hay todo un mundo
y te encuentro aquí.

Pienso.

¿La emigración está cerca?
Concluyen límites urbanos.
No hay mapas para esas tierras,
no hay humano que vuelva del purgatorio.
Virgilio estima mis escritos.
Pienso.
Uno a uno los dedos
presionan en clave
los pensamientos.

Cada noche, un trozo de vida.
Miles de pesos de pan
en la boca.
Caminando para encontrar la ruleta,
podría ganar un jesucristo de felpa.
Una cruz interminable
en la espalda, pesa como el mismo infierno.

Pienso.

Asfaltos faltan en la ruta,
señales hasta el fin de los tiempos.
Huincha de embalaje
alrededor del difamatorio.
Tropezando con las cadenas de otros,
porque todos inmóviles en la acera.
Suena tierno el sonido del trueno.
Pienso.
Llévame adonde quieras.

Mandibula de cocodrilo,
podrías moder lo escrito,
son muchos años acumulados.
La basura no se bota en esta casa,
es el recuerdo de lo que fuimos,
es lo que no nos deja avanzar.
Pienso.
Corresponde empezar desde cero.

En otro idioma te digo
"te amo".
Traductores mueren en estos días,
algunas bombas caen en sus casas.
Los aviones chocan
contra edificios y farmaceúticas.
Mutiladas lenguas bípedas
huelen al enemigo
(está cerca)

Pienso.

La vida, pienso.

Concluyo.

Sunday, August 06, 2006

Esperando


Cerveza desvanecida.
Tú, flotando en la espuma.
¿Por qué te apareces
como una ilusión barata?
en una ciudad barata,
en un agujero barato,
nadando en plata ajena.

Prometo rodar y registrar
esta proeza de medio siglo,
cumpliendo con lo prometido:
salvar este corazón
podrido, adolorido.
Reservando una explosión
entre tus brazos.

Sonríes con tus kilómetros,
rodeando tu cuerpo desnudo.
Inventemos una escena sexual.
Frente a tu lengua
un falo llorando.
A tu izquierda y atrás
un corazón roto.

Todo escapa de mis planes.
Tú, esta ciudad barata,
nombres de niños no nacidos,
salarios que se enrojecen
porque alguien quiere
un cristal
y un hueso.

Siguiente mesa:
una risa socialitté.
Nadie conoce al señor todos,
porque todos distantes se pierden
y encuentro cerca al viento
y tierra que pisaste en el entierro.

Sácate ese disfraz
de superioridad.
Siéntate aquí abajo
con los de siempre.
No nos importa nada.
Quiero que seamos felices
sin extremos o extremaduras.
Siéntate aquí conmigo
-no hay nadie allí afuera-

Tengo un millón de deberes.
Una agenda de mierda
para otros. Mis palabras
para otros. Mis ojos
para otros. Mis cansancios
para otros. Mi moral
para otros. Mi corazón
para vos.

y vos...

vos no lo querés.

Monday, June 26, 2006

Balbucea mientras huye


Escucho a lo lejos
el canto de alguien
que corre hacia la nada.

Llama fuerte y claro
a todos sus corazones
rotos.

Vierte en las calles
de una ciudad desmoronada
la esencia del tiempo.

Conoce de cerca
las lágrimas
de unos niños sin hogar.

Estira los días
estiras las páginas.
Concreta lo intangible.

Pierde en las carreras,
vomita tiernamente
un montón de figuras de acción.

Se pierde en si mismo.
Escapa de noche
de un fantasma inexistente.

Pulveriza sus escritos,
los incendia en su tribu.
Protege palabras en la cabeza.

Satira de un perdedor
sentado en la cabecera
de un país sin pueblo.

Así es el poder
de un hermitaño
que huye hacia el oriente.

Así es la vida del muerto,
del surcido, del harapiento.
Arrastrando cuerpos ajenos.

Corresponde entonces, sospechar
cuál es la misión
de un desconocido en vitrina.

Podría ser, quizás,
esperar que caigan del cielo semillas.
Cosechar incertidumbre.

Volver a recrear la infancia,
con actores de segunda,
y rostros de album familiar.

Futuro es entonces,
un bosquejo de hogar
entremedio de los jardines de Babilonia.

Presente, por tanto,
es una excusa de seducir
por unas cuantas palabras bonitas.

Entonces, amigos míos,
he aquí la verdad...
la única verdad.

Este humano está perdido.

Monday, May 01, 2006

Aprendiendo himnos


Para amar esta canción
tengo que cantar bien.
Ahora, cuando todo está roto
debo preguntar ¿por qué debo tratar?

Nunca supe si es bueno o malo
si estas rimas me hacen sentir tan digno.
Aprendiendo si este país
quiere hacerme reír.

El cielo no existe
cuando la gente camina ciega.
Centimetro a centimetro no encuentro
lo que solía encontrar en otras sonrisas.

Mano en el corazón,
se derrite el sonido de trompetas
aquí, cuando todas las cosas mueren.
Conociendo al señor del tambor.

Para amar esta canción
tengo que estrechar manos
con el mismo diablo
¿Puedo sólo irme?

Porque me apunta una pistola
canto fuerte y claro.
Alguien robará mi honor
de noche.

Prontitud en el desacato
en los ojos del espalda mojada.
Prostituyéndome por sobrevivencia.
Luchando por libertades a medias.

Las rutinas pierden sentido,
hazme repetir que te amo,
sabiendo que no me importa.
Luzco patriota bien erguido,
complacido, torpemente perfumado.

No pertenezco a esta tierra,
no pertenezco a este canto.
Ni honor ni gloria
para recordar ideales.
No hay botón play,
ni karaoke ni audio libro.

Años deletreando mitos,
subiendo la cabeza,
cantando como un niño
en lecciones históricas de pobreza.

Cantaré en tu oído
estas odas innecesarias
que no resultan en orgullo,
motivo extra de tristeza.